miércoles, 24 de agosto de 2011

Ladies de Polanco...

Lo dijo Isabel Miranda de Wallace: “los policías son gente con escasos recursos intelectuales”… Y yo agregaría que son corruptos, insolentes, prepotentes, abusivos, déspotas y además que la mayoría están muy gordos... Pero bueno. En el video “las ladies de Polanco” podemos observar un caso atípico. Los policías representan a la ley. Pero nada más no la aplican. He visto cómo muchas veces se aprovechan de la gente humilde, los golpean, los maltratan y los someten de formas muy violentas… Sin embrago se portan de forma muy distinta con la gente influyente. Entonces son serviles, rastreros, mezquinos y sumisos…

Para muestra un botón: ¡El oficial que aparece en dicho video se queda paralizado, frío, zurrado –diría yo-, y ante la bola de insultos nada más atina a decir “ya estuvo”… ¡Dios mío! ¡Si le estaban gritando hasta de lo que se iba a morir, lo estaban denigrando y humillando de la peor forma posible en este país! ¡De “chinga a tu puta madre” para arriba! Y él, tranquilo, sereno, templado y sin perder la compostura, repite su “ya estuvo”. Por cierto, había ahí, por lo menos, otros cuatro elementos, mismos que tampoco mueven un dedo… ¿Por qué? Sólo Dios y ellos saben.

Y de las señoritas ¿qué podemos decir de estas finísimas personas? ¿Qué estaban ebrias estas distinguidas mexicanas? ¿Qué gozan de algún privilegio para pasarse por el arco del triunfo a la autoridad? ¿Qué se creen mucho porque trabajan en Televisa (digo, conozco gente que sí)? Como sea, este tipo de personas sí deben ser sometidas por la fuerza, arrestadas y llevadas al MP como hacen con todo imbécil que se atreve a conducir en estado de ebriedad, así de sencillo… ¿Qué se creen? Hasta a López Dóriga y a Loret les tocó el reparto de caca.

Pero para eso están las redes sociales, para hacer escarnio público y poner a todos en su lugar. Este par ya está pagando ahí su chistecito.

Eso sí, los cuerpos de la ley están metidos en una encrucijada. Primero nos quejamos de que la policía no hace nada, que no actúa. Pero si hace algo, aunque sea tomar a la agresora del brazo, todo mundo se estaría quejando de brutalidad policiaca y ésta sería una historia completamente diferente. ¿Entonces qué deben hacer? La culpa es de las ambigüedades de la ley. Ni tan tan, ni muy muy, sólo lo estrictamente necesario, ¿o no chatos?

Obituario: “Ya estuvo”.



lunes, 22 de agosto de 2011

El juego del miedo

Tenemos miedo, claro que tenemos miedo… Hace unos años parecía lejano pensar que aquello que ocurre casi cotidianamente en ciudades como Beirut, Jerusalén, Libia, Kandahar, Bagdad y muchas otras alrededor del mundo, podría pasar en nuestro país. Tener miedo de salir a la calle, no vaya siendo que nos alcance una esquirla de granada, o una bala perdida, o que la fatalidad nos encuentre en el lugar y en el momento  equivocado en medio de alguna detonación de dudosa procedencia… Era una idea un tanto descabellada. Era.
-¡Qué bueno que eso no pasa en México! –Solíamos decir-. Aquí hay robos y otras cosas, pero podemos caminar tranquilos por la calle, ir al cine, al teatro, a comer y a donde se te antoje sin preocuparte de esas cuestiones.
Ajá, eso ya no existe. Hoy el destino nos puede alcanzar en cualquier esquina, comiendo pizza, en la escuela, en un bar, en alguna fiesta y ¡hasta en el estadio!
No por nada, según documentación del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, 12 de las 50 urbes más violentas del mundo son mexicanas, entre las que se encuentran Chihuahua, Tepic, Durango, Torreón, Tijuana, Acapulco, Reynosa, Nuevo Laredo, Cuernavaca, Mazatlán, Culiacán y Ciudad Juárez.
Estamos en medio de un juego macabro. Vivimos con la zozobra de pedir y desear que nada nos pase. Estamos con el “Jesús en la boca”, porque fuera de Dios (cualquiera que sea tu idea de él) no hay nadie más que nos pueda proteger. Las autoridades están claramente rebasadas, no importa qué nos digan ni cómo nos lo digan. El gobierno no existe. Quedó muy atrás en esta “guerra” inútil, que ellos mismos inventaron, declararon y, desde el principio, perdieron… México completo es una víctima colateral…
Obituario: Sí, ser presidente debe ser muy difícil, pero no importa, usted siga buceando.

jueves, 11 de agosto de 2011

Frases políticas (o de políticos)

Nuestros amigos políticos, cada que pueden, nos dan muestras de su marcada estupidez… Y hay miles de ejemplos, pero hoy quiero hablar de uno solo…

Pareciera que no conectan la lengua con el cerebro. Además de que tienen un stock muy valioso lleno de frases hechas, de esas que hay qué sacar cuando la ocasión lo amerita… Vamos a ver:

“Sacaron de contexto mis declaraciones…”
“No nos adelantemos, esperemos el proceso…”
“No son los tiempos…”
“Estoy enfocado en mis tareas…”
“No sé, no estoy informado…”
“No se protegerá a nadie…”
“Nuestro partido siempre se ha conducido por la vía de la legalidad…”
“Tendremos una campaña de protestas…”
“Con todo respeto...”
“Lo que el señor presidente quiso decir...”

Y yo pienso en los jefes de prensa, en los gabinetes de campaña y en toda esa bola de profesionales, valiosos y sagaces, que planifican su trabajo... Y que a veces tienen de cliente a un personaje de esta especie, esos que se suben los pantalones y aspiran profundamente pensando que van a dar el golpe definitivo... La frase... Su pasaporte al éxito… Y una vez que abren la boca... ¡Zas! Se acabó el recreo, bienvenida realidad…

No quiero imaginar la cara del pobre hombre tras bambalinas que desde la feliz intervención tiene que estar retocando cada discurso, contestando un montón de teléfonos al mismo tiempo, disculpando y reinventando cada palabra para defender lo indefendible…
-Pero oiga, está grabado en video…
-Sí, pero, ya sabe usted que los micros a veces...

Y estamos condenados a seguir sufriendo, tolerando y aguantando toda clase de estupideces dichas a cada momento y en todo lugar… Ni modo, tenemos una clase política de primera… Que no se dedica a hacer política, se dedica a escupir babosadas…

Obituario: Adiós Nacho… Y gracias por toda la gloria que nos diste…

lunes, 1 de agosto de 2011

Arjona, el poeta

Yo conozco a muchos fans de Ricardo Arjona y sé que me van a matar, pero ni modo…
Cuando uno habla sobre Arjona y dice que sus melodías son muy básicas, muy planas y que todas las canciones tienen el mismo ritmillo de balada en español de los ochentas, los fans salen con el tan llevado y traído argumento de "escucha sus letras" (sic)...

Y yo las he escuchado, de veras que he escuchado al buen Edgar Ricardo…

Y por eso puedo decir que el único mérito que le puedo encontrar a sus habilidades como poeta es que es la persona que más utiliza el oxímorón en sus composiciones... Para muestra, un botón, una de sus obras cumbres "El problema":


"El problema no fue hallarte, el problema es olvidarte... El problema no es tu ausencia, el problema es que te espero… El problema no es problema, el problema es que me duele… El problema no es que mientas, el problema es que te creo... El problema no es que juegues, el problema es que es conmigo…"

Entendimos, el problema es él…

Arjona es burdo, ramplón, soso, vulgar y muy rústico. Toma alguna característica de las mujeres y la resalta a partir de frases cursis que, en vez de expresar mejor la “experiencia de lo cotidiano”, lo disfraza de algo místico, misterioso, mágico… Y pues la verdad no le resulta muy bien que digamos. Su música es tan simple, melosa y cursi como la de la mayoría de los ocupantes del top 10 en cualquier lista de popularidad de este país…

No es cuestión de gustos. Tampoco hay que ser un genio para darse cuenta de que Arjona representa la muerte de la metáfora (¿qué tal la frase?). No hay que ser un erudito para darse cuenta de que Ricardo Arjona no hace música…

Y si eso no es argumento suficiente para usted, querido lector, sólo le digo, de veras: "escuche sus letras"...

Pero no es algo exclusivo del guatemalteco. También pasa con Maná y sus aparentes compromisos con el planeta y el medio ambiente... Tan vacíos, oportunistas y falsos como la conciencia social de Juanes, o el proselitismo pacifista de Bono y su U2…

Eso sí, cada quien tiene derecho a expresar lo que siente, y es muy válido que no a todos nos gusten las mismas cosas. Precisamente para eso está este blog, que no pretende insultar a nadie sino exponer mi apreciación personal sobre Ricardo Arjona, argumentada desde mi propia experiencia como escucha de su música… Porque de que lo he escuchado ¡lo he escuchado!

Obituario: Y peor que Arjona, sólo Reyli, pero esa, como dijo la nana Goya, es otra historia…